CRECE EL NÚMERO DE BACTEREMÍAS EN PACIENTES ENFERMOS DE COVID-19 INGRESADOS EN UCI
La rápida diseminación del virus SARS-CoV-2 y su gravedad en determinados pacientes ha llevado a un incremento en la ocupación de los servicios de medicina intensiva, así como un aumento en cuanto a las necesidades de camas UCI empleándose los recursos humanos y técnicos disponibles en cada hospital.
A pesar de que los hospitales han reaccionado de forma admirable esta nueva situación ha comprometido el cumplimiento de las recomendaciones para prevenir las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS) que se venían practicando en la mayoría de las UCIs. Los principales motivos han sido:
- Desconocimiento de estas recomendaciones por parte de los nuevos profesionales incorporados al cuidado de pacientes críticos (no habituados a estas medidas)
- Falta de recursos técnicos (materiales y/o dispositivos adecuados)
- Fallos organizacionales (carga asistencial y medidas de protección de los trabajadores)
A falta de datos oficiales de las IRAS en pacientes COVID-19 existe una percepción por parte de los profesionales que han tratado a estos pacientes de un importante incremento de las bacteriemias relacionadas con catéteres o de origen desconocido, infecciones urinarias relacionadas con sonda uretral, infecciones respiratorias durante la ventilación mecánica y ulceras por presión infectadas según declara el Comité Asesor del programa de seguridad de pacientes críticos del ministerio de sanidad.
Por todo ello, el Consejo Asesor de los Proyectos de Seguridad en pacientes críticos propone implementar las siguientes medidas en el corto plazo:
- Recuperar de forma inmediata en las UCI las normas recomendadas en los proyectos Bacteriemia Zero (BZ), Neumonía Zero (NZ), Resistencia Zero (RZ) e ITU-Zero. Los líderes de los proyectos en cada UCI deberán auditar su cumplimiento.
- Formar al personal sanitario, que se ha incorporado a la asistencia de pacientes críticos durante la pandemia, en las recomendaciones de los proyectos zero. Su cumplimiento recae en la Dirección Médica de los hospitales.
- Adaptar las recomendaciones de los proyectos zero a las excepcionales condiciones asistenciales de los periodos epidémicos y elaborar protocolos de cuidados de los dispositivos durante los traslados o decúbito prono. Los equipos que coordinan dichos proyectos deben presentar una propuesta lo antes posible.
- Realizar un estudio retrospectivo para cuantificar las IRAS identificadas en los pacientes COVID-19 ingresados en las UCI durante la actual pandemia para lo que se recomienda utilizar de forma retrospectiva el registro ENVIN simplificado.
Taurolock en la prevención de infecciones relacionadas con el catéter
A pesar de no estar recogido entre las recomendaciones de Consejo Asesor de los Proyectos de Seguridad en pacientes críticos desde BioNet creemos que el uso de Taurolock como solución de sellado puede beneficiar en gran medida a estos pacientes.
Taurolock ha demostrado prevenir y reducir el número de infecciones relacionadas con el catéter en un gran número de ensayos así como en la práctica clínica habitual en servicios de nefrología, nutrición parenteral domiciliaria, oncología e UCI.
Taurolock, es una solución de sellado cuyo principio activo es la taurolidina. Esta molécula es un derivado del aminoácido natural Taurina cuyos grupos n-metilol tienen capacidad antimicrobiana inactivando endo y exo-toxinas e impidiendo la adherencia bacteriana. Además, ha demostrado ser capaz de destruir el biofilm.
La familia de productos de Taurolock se combinan con diferentes anticoagulantes para asegurar la PERMEABILIDAD DEL CATÉTER. Todas las presentaciones de TaurolockTM contienen (Taurolidina y Citrato). Las presentaciones de TaurolockTM- Hep 100 y TaurolockTM- Hep 500 contienen adicionalmente 100 o 500 UI de Heparina y la presentación de TaurolockTM – U25.000 de 25.000 UI de Uroquinasa.
Finalmente, el uso de Taurolock es SEGURO puesto que en caso de que la taurolidina sea instilada al torrente sanguíneo ésta se degrada rápidamente a agua y taurina. Además, la taurolidina no es un antibiótico por lo que no genera resistencias aportando mayor seguridad. Además, se ha visto que el uso de taurolock reduce la respuesta inflamatoria mejorado el perfil inflamatorio de los pacientes.
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